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05/01/1950
Diario de a bordo del buque Hänsel und Gretel, matriculado en Hamburgo, perteneciente a la Grimmgebrüder Reederei.Los problemas persisten. La cavitación de la hélice de estribor se agrava. Hemos perdido el compás. En realidad, creemos que llevaba días fallando, por lo que la derrota se ha ido desviando del rumbo previsto.
No podemos ubicarnos con seguridad ya que las cartas náuticas están obsoletas y el sextante roto.
Un cálculo probable nos sitúa a unas tres mil millas al SW de Yakarta. Quizás, en las proximidades de la Isla Amsterdam, quizás en medio de la nada.
Nos tememos que esta vez no regresemos. Tantas dificultades y averías apuntan, de nuevo, al sabotaje.Cap. V. Brumberg
Al acabar de redactar el apunte en
el diario, tocaron a la puerta de la cabina del capitán. Ludwig, su
hermano y segundo de a bordo, apareció con el agotamiento en su
rostro tatuado por negras líneas de sudor y carbonilla.
—Hemos detenido la máquina de
estribor. Las vibraciones eran tremendas. Compensamos la deriva como
podemos. Por fortuna, las corrientes no son fuertes.
Miró a su hermano negando con la
cabeza.
—Han sido ellos, Ludwig. Nos
consideran un lastre, tanto al buque como a nosotros. Nunca pensaron
que saldríamos de la última. Imagino las caras, cuando arribamos a
Roterdam y no hubo seguro que cobrar. Si hubiéramos comunicado
nuestro regreso, habrían sido capaces de enviar a alguien a
hundirnos. Qué ironía que perdiéramos también la radio.
—Eres la mejor piloto de la flota,
Victoria, mal que les pese. Si la naviera invirtiera en el buque o
adquirieran uno nuevo, contigo al mando tendrían beneficios en
cualquier ruta a la que te destinaran. Podrían olvidarse de intentar
boicotearnos esas sabandijas.
El amor y respeto que su hermano le
profesaba impelían su rabia interna, preguntándose cuando tiempo
pasaría antes de que hubiera mujeres trabajando en cualquier oficio,
incluidos los de la marina mercante. Ambos fantaseaban con ese
futuro. Pero él era consciente de que incluso entonces, personas como
Victoria serían discriminadas y mal vistas en ciertos sectores,
incluso por otras mujeres. Para la historia nunca constaría que la
primera mujer en tener mando a bordo de un buque comercial fue su
querida hermana pequeña.
Solo entre hermanos y en la
intimidad de la cabina, ella podía ser tratada como lo que era. Para
el resto del mundo era el capitán Victor Brumberg y debía seguir
mostrando un aspecto varonil, barba poblada y voz recia. Perpetuar el
estereotipo del capitán de la mercante, con gorra blanca de visera
negra, abrigo tres cuartos de paño azul y con formas autoritarias
para con su tripulación.
Ludwig la respetaba por eso, por no
renunciar nunca a su vocación aunque para ejercerla tuviera que
vivir de cara a la sociedad como una persona con quien no se
identificaba. También se preguntaba cuantas otras habrían pasado
por la misma falsedad a lo largo de la historia con tal de
sobrevivir.
El teléfono de cabina sonó.
Victoria contestó, conversando brevemente y colgó.
—Han avistado una luz intermitente
—anunció con esperanza.
—Si es que estamos cerca, creo que
ni Isla Amsterdam ni Saint Paul tienen
habitantes —pensó en voz alta Ludwig—. ¿Otro buque?
—Ahora lo averiguaremos. Subamos,
pero antes— Alcanzó una pequeña bolsa de cuero y se la tendió a
Ludwig—, enciéndemela, por favor.
Ludwig sonrió, cogió la bolsa y la
pipa. La cazoleta, de espuma de mar, estaba tallada en forma de
cabeza barbuda con turbante.
—¿Nunca acabarás aficionándote?
—dijo con la boca torcida mientras daba largas chupadas para
prender las virutas de tabaco que había metido a pellizcos en el
hornillo de la pipa.
—Lo odio, no soporto el olor. Esta
mezcla de Virginia con una pizca de Latakia es bastante aparente,
pero procuro siempre tener el viento del través.
—Se te da bien —dijo Ludwig,
mientras le devolvía la pipa ya encendida.
—No me trago el humo.
—Sortear las dificultades —aclaró
su hermano abriéndole la puerta.
Victoria asintió dando una chupada
a la pipa y lanzando el humo ya fuera del camarote. El capitán
Brumberg estaba dispuesto a ejercer de nuevo como tal.
—Hay que sobrevivir a toda costa,
Liebling —le dijo a Ludwig.
* * * * *
Tras subir al puente, comprobaron
que la tripulación había avistado un faro, instalado sobre los
escarpes de sotavento de un islote. Casi al ocaso y con la radio
funcionando a rachas, se aproximaron a una distancia prudente para no
topar con posibles bajíos. Emplearon varias pitadas para avisar de
su presencia y el reflector de señales para comunicarse con la isla,
confiando en que alguien les viera. La moral de los veintiocho
tripulantes se elevó cuando desde la isla una luz les respondió en
morse, señalándoles que podían aproximarse por el extremo opuesto.
Allí existía una rada de aguas
tranquilas donde pudieron fondear. Desembarcaron un bote y cuatro
marineros al mando de Ludwig remaron hacia la playa. Tras la varada,
pudieron ver como alguien se acercaba caminando con un farol de mano.
Dos marineros quedaron al tanto de
la barca, mientras Ludwig y los otros dos se dirigieron hacia quien
portaba el farol, descubriendo a un delgaducho y desarrapado
hombrecillo, que se dirigió a ellos con fuerte acento francés y
tono alegre.
—¡Válgame el cielo! ¡Es cierto
que están ustedes aquí! Creía que soñaba cuando oí sus pitadas,
y al asomarme a la ventana, ahí estaba su barco. Naturalmente, me he
fijado en el pabellón. Alemanes ¿verdad? Je, je, je. Bienvenidos,
bienvenidos.
—Afirmativo. Soy el contramaestre
Brumberg, del mercante Hänsel und Gretel. Bien
hallado, señor… —Ludwig observaba con recelo aún al
hombrecillo, de quien no conocía siquiera su nombre.
—Oh,
discúlpeme,
je, je. La
soledad ha oxidado mis modales, je, je. Jean Perrault. Farero de
Île Féerique desde hace…
Bueno, de toda la vida, ja, ja, ja.
—No tenemos constancia de estas
tierras en nuestras cartas. ¿Territorio francés?
—Oh,
por supuesto Monsieur
Brumberg. Desde
1793. De toda la vida, se
puede decir —la boca del farero, exhalaba con cada palabra un
pútrido hedor a mojama mal curada, y el panorama de los pocos y
sucios dientes que
quedaban al aire entre sonrisas, hacía difícil mantenerle la
mirada—. ¿Y
ustedes? ¿Qué les hace por aquí? Esto no está cerca de las rutas
comerciales habituales, ¿cierto?
—Así
es, Herr
Perrault. Hemos sufrido
diversas adversidades, entre ellas la perdida funcional del
compás. Temíamos
acabar lejos de cualquier ruta transitada, como parece que así ha
sido. Por fortuna, hemos topado con su isla de forma milagrosa, casi
mágica diría
yo, cuando estábamos
a punto de perder toda esperanza.
—Ah,
monsieur,
eso mismo pensaron los primeros compatriotas que pusieron sus pies
aquí. De ahí el nombre.
Pero en fin, aquí
podrán fondear tanto tiempo como requieran, mientras arreglan lo que
tengan que arreglar.
—Magnífico,
Herr
Perrault. Tendremos que examinar una de nuestras hélices
y rectificarla. Un
mantenimiento general de los motores. Asimismo,
si tuviera un compás y
un sextante de
sobra, nos sería de gran utilidad.
—Oh,
no tengo nada que les pueda servir, monsieur,
pero debo decir que soy muy hábil.
Tal vez con algunas piezas consiga arreglarlos
y calibrarlos.
La isla tiene su propio magnetismo, hay que calcular la declinación.
Me
llevará un tiempo. Mientras tanto pueden dedicarse a los demás
arreglos. También
puedo ayudarles con ellos.
Perrault se quedó pensativo,
mirando fijamente a Ludwig, con una mano sobre su boca quizá para
contener un hilo de baba que comenzaba a caer por la comisura de sus
labios.
—Monsieur,
permítame
preguntarle. ¿Tienen
suficientes provisiones? La isla es rica en pesca.
Pueden abastecerse de cuanto quieran y desayunar como reyes. Una
docena de gambas por cabeza y día. Dos. Las que quieran. Langostas
para almorzar. Ostras y almejas. ¿Pero carne? No, señor. Carne no
hay en la isla. Daría lo que fuera por un suculento guiso de carne
fresca bien jugosa.
Y ni las dos manos pudieron contener
la fuga salivar por entre sus mellas.
—Perdón,
Monsieur,
pero solo de pensarlo… Aborrezco ya tanta gamba, Neptuno me
perdone.
El
alemán
simuló una sonrisa para ocultar las náuseas que le había provocado
contemplar tan baboso discurso.
—No se preocupe. A bordo tenemos
carne enlatada. Haremos trueque, servicios por provisiones.
—Oh, sí. —Aunque afirmaba, la
mueca del farero era un tanto forzada, como de disgusto. Haremos
trueque. Faltaría más.
* * * * *
Llevaban
ya una semana en la isla. El motor funcionaba, con la hélice
rectificada, sin el menor problema. El farero les había suministrado
alguna carta náutica
en vano,
ya que eran antiquísimas.
Pero faltaba el compás, que el señor Perrault se había llevado a
su taller y que afirmaba no tener aún arreglado.
—Ludwig,
no podemos quedarnos mucho más. La marinería
holgazanea, una vez que han arreglado todo cuanto se requería.
Comienzan a engordar con tanto marisco — Victoria se mesaba las
barbas con una mano, mientras con la otra, se palmeó la panza de
modo satírico—. Van a terminar como los reyes franceses de la
antigüedad, orondos y con gota.
—Lo
sé. Herr
Perrault sigue enseñándome
piezas de antiguos aparatos con
los que dice que ha probado pero
que no terminan de encajar en el sextante. Y del
compás, nada.
Hoy
le volveré a preguntar. Es
más, visitaré su taller. Me ha invitado a acompañarle a recoger
unas nasas y luego iremos al faro.
—Y
averigua si Conrad anda por allí. Ayer fue
a por más marisco y no le han vuelto a ver. No podríamos
irnos sin cocinero.
—De acuerdo. Es raro que se
ausente pero, ¿donde iba a ir? Es una isla. Quizás haya tenido
algún accidente.
* * * * *
De
nuevo en tierra, Ludwig acompañó al farero en su rutina de pesca.
Levantaron cinco
nasas
cargadas de crustáceos,
algunos peces y un pulpo. Luego se dirigieron al faro, donde el
francés había construido una pequeña cetárea donde mantenía
vivas las capturas hasta el momento de su cocinado.
Aunque
Ludwig le pidió ver el estado actual de la reparación del sextante,
el farero le insistió en que le ayudara primero a preparar el
cocedero, donde había dispuesto una enorme
olla con
agua al fuego.
—Para
esa cantidad, eche cinco
kilos de sal, por favor. Poco a poco para que vaya disolviéndose.
Ludwig cogió un saco y subió tres
peldaños de una pequeña escalerita, se inclinó sobre el borde de
la olla y comenzó a verter la sal. Le extrañó que el agua ya
estuviera turbia.
—Utilizo algunas hierbas para
aderezar la cocción, amigo —dijo el farero.
Pero
Ludwig vio
algo sospechoso. El cocinero Conrad siempre llevaba un pañuelo
blanco de lunares rojos anudado al cuello. Entre el borboteo del agua
le pareció verlo surgir y hundirse.
—Herr
Perrault ¿Ha visto a nuestro cocinero?
Perrault
contestó mohíno
que no creía
conocer
a ese hombre.
—Es extraño. Ayer parece que vino
a por marisco. Y no ha vuelto.
—Por aquí no vino nadie. Quizás
esté pescando en el otro lado de la isla.
—Sí, es posible. Oiga, podría…
En ese momento sonó un disparo y
algo empujo a Ludwig, que cayó de la escalerilla.
Por
la ventana de la estancia asomó el marinero Necker.
—¿Está
usted bien, contramaestre?
El francés le iba a atacar con un cuchillo por la espalda y he
tenido que disparar.
Ludwig,
en el suelo, comprendió que el empujón
se lo había dado el
cuerpo de
Perrault, abatido por el disparo de Necker. Afortunadamente, nunca
confió
en aquel tipejo y había traído
una discreta escolta de dos hombres que les habían seguido a
distancia.
Cuando vaciaron la olla, el cabo
Smichdt vomitó. Dentro estaban los restos descuartizados del
infortunado Conrad.
* * * * *
El
Hänsel
und Gretel
volvía
a navegar rumbo a Hamburgo.
Ludwig contaba a Victoria como
habían encontrado más restos humanos en un estercolero junto al
faro. El maldito Perrault guardaba multitud de piezas e instrumentos
de otros barcos, seguramente llegados por casualidad a la isla y
luego hundidos por él, tras asesinar y devorar a las tripulaciones.
—La
desgracia de unos, la suerte de otros. Ahora contamos con cartas
correctas, compases y sextantes que funcionan. Vuelves a lograrlo,
schwesterchen.
Volvemos
a casa. Lástima
de Conrad.
—Siempre
lo llevaremos
con nosotros. Hay
que sobrevivir a toda costa, liebling.
* * * FIN * * *
Este
relato participa en el #OrigiReto2020, el reto de escritura creado
por Stiby (ver blog) y Katty (ver blog). En sus respectivos blogs
podéis ver las normas del reto. En este caso, en el sorteo que
realicé, estos son los objetivos y objetos que tocaron para el mes
de enero:
Objetivo primario:
Historia marítima o que involucre un faro (7)
Primer objetivo secundario:
Hansel y Gretel (A)
Segundo objetivo secundario:
Hadas (V) nota: île Féerique puede traducirse del francés como
Isla de Hadas.
Objetos ocultos: Gamba (15)
y Una docena (7)
Estadísticas
según https://www.contadordepalabras.com/
2015 Palabras
12025 Caracteres
(con espacios)
10077 Caracteres
(sin espacios)
73 Párrafos
186 Oraciones
Hola, me ha gustado mucho sobre todo el tema de que es una mujer la capitana a pesar de que sepa que la historia la olvidará. Me gustaría saber si el protagonista masculino se llama así en honor a Beethoven o es cosa mía
ResponderEliminarEl objetivo secundario primero, el de Hansel y Gretel no lo he visto para nada claro cumplirse.
ResponderEliminarLa historia se me ha hecho un poco pesada, los elementos han sido muy bien usados, pero a mi juicio le falta un poco de agilidad a la historia. Si bien el final arregla un poco eso.
De todos modos, me ha gustado bastante. Además, cumples todos los objetivos y eso ya es un dato importante.
Espero que te lo hayas pasado bien escribiéndolo, ya que es lo importante. Te leo el mes que viene a ver que nos traes :)
Hola, gracias por comentar. No sé, creo que el objetivo 2.1 es bastante patente, aunque no puedo explicarlo aquí aun para no hacer spoiler. Pero si quieres, te doy algunas explicaciones por privado en tuiter. Me abres uno y hablamos, si hace falta.
EliminarSobre la pesadez, bueno. Es cierto que mi estilo puede ser un tanto clásico, pero aún estoy experimentando todo. Tan vez algún día encuentre mi voz y sea distinta, o se ratifique. No sé si es eso a lo que te refieres.
Nos leemos, y gracias.
Hola, me ha gustado mucho tu texto. El léxico marino que has utilizado siempre me daba un golpe en el que me tambaleaba entre el "no sé que es eso" y "se puede entender por el contexto, qué bien escrito está esto, ¿no?".
ResponderEliminarAhora bien, como he venido a hacer una crítica que pueda ayudarte, te diría unas cuantas cosas que creo que podrían hacerlo de alguna manera:
1. En la parte justo antes de los primeros asteriscos (me ha gustado esa división en tres partes) hay un diálogo en el que no entiendo muy bien quién está hablando en cada momento. Escribes buenas acotaciones de lo que está pasando mientras hablan, pero en ningún momento cuál de ellos es que lo hace. Lo he tenido que leer varias veces, tal vez es que soy un poco tonto, quién sabe.
2. Da la casualidad de que mi madre es alemana y de que estudiando en Berlín, en alemán. Hay un nombre: "Smichdt", que no puede sonar alemán pronunciándolo con un acento en la cabeza, pero que suena muy extraño para alguien alemán. Creo que te lo habrás inventado y no lo veo mal. Aun así, creo que quedaría mejorar buscar en google algunos apellidos alemanas corrientes para coger ideas.
Me ha parecido que tu texto es de una calidad muy alta, me han dado ganas de leer tus siguientes publicaciones para el reto.
Un saludo y nos vemos
Umagah
Hola. Me alegra que te haya gustado.
EliminarEl lenguaje náutico me sale natural, tengo título de Patrón.
En cuanto a los puntos que señalas:
1) Veremos si hay más gente a la que le pase, pero ya te digo que los diálogos no son mi fuerte. Todo podría ser. A ver que dicen les demás lectores.
2) No se a que te refieres con lo de Smichdt --> https://www.misapellidos.com/significado-de-Schmidt-38272.html
Es decir, siempre busco cuando se trata de nombres extranjeros o en lenguas que no conozca.
Muchas gracias por lo de calidad alta. Espero que algún día mis textos lo sean, de momento con un "bien como principiante" me conformo, jejeje.
Nos leemos.
Madre mía. Vengo a pedirte perdón por lo de Schmidt. Gracias al comentario de Kam (ver más abajo) me he dado cuenta de que las letras me bailaban en la mente, que tenias razón y yo lo había escrito mal, pero que continuaba leyéndolo (y viéndolo mentalmente) bien escrito aunque estaba mal. No te entendía por esta ilusión mental. Eso o toca ir al oculista, que realmente sí, toca, ja ja ja. Gracias, y perdón de nuevo.
Eliminar¡Holaaaaaa!
ResponderEliminarAntes que nada; soy súper, súper fan de todo el léxico marinero. Se nota el trabajo que le has volcado a este relato. ¿Entendí la mitad? Con suerte, pero es más ni ignorancia.
Una gran, gran, recomendación que te hago es ampliar el espaciado. Amigo, tantos años de lectura me tienen la vista vieja y ese espaciado de 0 me costó Dios y su ayuda. Un espaciado de 1.5 no te cuesta nada y me ayuda MUCHÍSIMO. Además, está la percepción visual. Al tener tan poco espaciado –o nulo, en este caso– se percibe cierto caos, como si leyeses un revortijo de letras en vez de la bonita historia lineal que tienes.
Vamo' por los personajes. A ver, AMO A VICTORIA. Santa Diosa Gamba Cósmica Intergaláctica, ¿me puedo casar con ella? Que pelee por hacer lo que quiere es soooooooo fantastic, pero que tenga que esconder quién es para poder hacerlo es soooooo hurt. 🥺 Y tan valiente, si llegasen a descubrirla... y que no lo haga por reconocimiento, porque como bien dice Ludwing ella no pasará a la historia como la primera chica que fue marinera mercante, ni siquiera se le va a nombrar, solo será parte de esas mujeres que arriesgaron todo, que hicieron camino y eso también es muchísimo. 🥺🥺🥺
Yo de Perrault sospeché desde que hizo mala cara por el trueque de carne por mariscos. Cinco años en el mundillo de la lectura hacen que te nazca cierta chispa –o paranoia–. 😂 Se me hace clarísimo que Perrault es la dichosa bruja comegente de Hansel y Gretel. Menos mal que Ludwing no es imbécil y se llevó a un grupito de gente con él. Menos mal, eh.
Me quedan muchas ganas de leer tu relato para febrero. 😘
¡Qué la Gran Diosa Gamba Cósmica Intergaláctica te bendiga con mucha inspiración!
Besos,
Carly.
Hola, me alegro mucho que te haya gustado el relato en general, y Victoria en particular.
ResponderEliminar¿Sabes? El mismo problema del formato tengo desde el año pasado. Unas veces sale mejor y otras peor. No lo entiendo. Asimismo, en mis dispositivos (minipc y móvil) los leo correctamente. Creo que es algún problema de blogspot, o no sé. Quizá una solución sea pasar el blog a WordPress, cosa que me quedó pendiente el año pasado. A ver si en estas vacaciones y ahora que aún estamos comenzando el año miro eso.
Muchas gracias por cometer. Nos leemos.
Desde luego, sí, tenemos estilos muy diferentes. Pero me ha gustado mucho este relato, me ha recordado un poco a Moby Dick (quizá porque es lo único del estilo que he leído).
ResponderEliminarLo "malo" de conocer el OrigiReto20 es que ya me veía venir lo del farero que se quería comer al hermano, porque me imaginé que era una referencia a Hansel y Gretel (bueno, y por el nombre del barco, que estaba obvio xD). Lo que más me ha gustado ha sido la conversación entre los hermanos y su relación en general.
¡Enahorabuena por este inicio del reto! ¡Hasta luego!
Oh, no podría compararme yo con Meville jajaja. Gracias por comentar. Considero un logro que os guste en mayor o menor medida a quienes no os va este estilo, mi faceta clásica. Jejeje.
EliminarHola. No estoy para nada acostumbrada a leer este tipo de relatos, me refiero al estilo y puede que al principio se hiciera poco ameno para mí, pero me ha terminado gustando mucho. Sobre todo el hecho de introducir a una capitana y no a un capitán que es lo que, por desgracia, en relatos así se suele esperar.
ResponderEliminarEn resumen, enhorabuena y nos leemos.
Un saludo.
Ajá, otra a quien a pesar del estilo clásico os acaba gustando. Mis pequeñas Victorias. XD
EliminarHola!:
ResponderEliminarMe encanta tu forma de escribir. Las descripciones y en este caso el lenguaje marinero hacen que te metas más en el relato, hasta me he imaginado la isla y la horrible cara del francés xD. Estaba tan metida en la historia que me he asustado al ver el pañuelo del cocinero flotando en el agua, no me lo esperaba.
El final muy bien contado y muy natural, como si Ludwig ya se temiera lo peor desde el principio. Por mi parte los diálogos sí me han gustado, el respeto de Ludwig hacia el francés y las explicaciones de este sobre su isla y tal me han parecido realistas. También la pobre Victoria intentando fumar xD
Espero que no los vuelvan a sabotear y no encallen en otra isla similar xD
Un abrazo :)
¿Que te has asustado y todo? Vaya, primera persona que me dice eso de un relato que sin pretender ser de terror, si que tenía sus componentes. Si provoca esa reacción (por pequeña.que sea), entonces es que no voy tan mal en mi segundo género favorito después de la CiFi. Veo que a ti si te va el tono clásico, jejeje.
EliminarHola!!
ResponderEliminarMe ha gustado la relación entre los hermanos, todo el lenguaje marinero y sobretodo el fondo de Hansel y Gretel.
¡Buen inicio de reto! ¡Hasta luego! :)
¡Hola!
ResponderEliminarMe ha parecido una forma muy curiosa de meter el tema de Hansel y Gretel, aunque reconozco que en parte eso le ha quitado fuerza al golpe. Entre usar tropos habituales de esta ficción y la referencia, el final me ha parecido bastante esperado, aunque aún y así bastante bien relatado.
He leído un comentario anterior en el que te mencionaban el tema Smichdt y tú has respondido con un enlace a la raíz del apellido Schmidt y eso confirma mi teoría de que has cometido un error de tecleo (que nos pasan a todes en algún momento) y se te han girado las letras, cosa perfectamente normal.
En general, me ha gustado bastante la historia, aunque he echado un poco en falta conocer mejor a Victoria: la narración pasa a enfocarse más en su hermano y me he quedado con ganas de saber más de ella, de que fuera un poco más que el tropo de mujer fuerte y valerosa que se hace pasar por hombre, no sé cómo explicarlo. Es probable que sea porque es uno de los tropos en los que tengo más experiencia como lectora, no te lo negaré.
¡Nos leemos!
¡Diablos! A propósito de Schmidt, no solo es que lo escribiera mal, es que continuaba (en mi cabeza) leyéndolo bien. Vamos, que seguían danzando la letras ante mis ojos. Es curiosa la mente.
EliminarY sí, totalmente de acuerdo en que le «Capi» debiera haber tenido más protagonismo. De hecho, es un personaje bastante interesante, que incluso (culpa mía, seguro) no estáis interpretando correctamente del todo. Algún día debería darle su historia. Se la merece.
El problema es que soy totalmente brújula y fueron los personajes los que decidieron que cosas contar. No los gobierno para nada: surgen en algún punto, comienzan a dar pasos y yo les sigo contando lo que me dejan ver.
Imagino que en este caso, aparte de por la limitación de palabras, es porque por muy importante que en un buque sea su capitán, la acción suelen llevarla a cabo sus subordinados.
Por otro lado, cuando lo acabé pensé: no puede ser que haya tanto paralelismo entre el enero'19 y este. Pero lo dicho, bujulismo a tope. Lo cierto es que leo relatos que pasan muy de refilón su objetivo primario 1. Quizás aún no he pillado la mecánica a los objetivos, y era todo demasiado obvio (aunque haya habido lectores que no vieran el objetivo cumplido).
En fin, muchas gracias por comentar. Me sirve de mucho.
Buenas Random ¡Qué astuto ponendo el nombre al barco y así incluyes ya un cuento y te lo quitas de en medio! La sorpresa viene después ¿no? y de las gordas.
ResponderEliminarMe ha encantado el relato. Ha habido alguna frase en la que me he perdido un poco pero ha sido, sin duda, porque mi vocabulario naútico es nulo. La historia tiene muy buen ritmo narrativo y mantiene la atención fijada hasta el final, cosa que no me parece fácil. Hay una escena que me ha recordado un poco al Nombre de la Rosa (dirás que se me ha ido la olla), ha sido muy visual para mi esa descripción. No quiero ser mas específica por no destripar nada al resto.
Me ha gustado mcho el detalle "personal" del capitán del barco, hace la historia muy verosímil en el espacio y en el tiempo, aunque quizá me ha hecho albergar esperanzas con respecto al fina que no se han cumplido porque la cosa ha derivado por otros derroteros mucho más asquerosamente suculentos.
¡Enhorabuena por un gran relato!
Jajaja. Sí, bautizar al barco con el nombre del cuento era una táctica por si no conseguía hacerlo mejor, pero si te fijas, hay muchas referencias al mismo, muchos paralelismos. Hasta ya me han dicho que podría considerarse un retelling.
EliminarNo se me habría ocurrido lo de el nombre de la rosa jamás, jajaja. Que curiosa es la mente cuando encuentra relaciones.
Y sí, el personaje al mando del buque se merece contar más extensamente su historia. Estoy de acuerdo. Como ya dije, creo que no lográis captar (o yo no he sabido mostrar suficiente, mejor dicho) todos sus matices y peculiaridades. Aunque si me pongo ahora a pensar en elle, no se me ocurre como podría hacerle un relato digno y extenso, ya que para mi gusto, debería ser algo de CiFi, y lo suyo requiere de algo más "dramático", quizás.
Gracias por comentar.
ResponderEliminarHola! A mi por el contrario, la historia no se me hizo pesada, como te señalan en algún comentario anterior. Es muy visible tu pluma clásica y el trabajo qué haces con las descripciones es maravillosa. De igual manera, mi impresión es que para llegar a escribir un texto clásico como el que nos presentas, hay documentación o previa investigación, por lo que te felicito, ya que eso es un trabajo bastante complejo a la hora de escribir.
A medida que iba leyendo, en mi mente aparecía tu historia como en una especie de comic, con imágenes súper claras, y claro como dice Esther, también hay un dejo de Moby Dick.
Para finalizar, no se si estará bien mi observación pero en un diálogo que te adjunto habría que hacer una corrección. Después me comentas si es efectiva o no. “Ludwig observada...debería decir observaba con recelo”.
Bueno eso es todo en cuanto a errores ortográficos, lo demás me encantó. Relato clásico, documentado, que atrapa de principio a fin.
Saludos desde Chile.
Gracias por el comentario y la corrección. Efectivamente, era una B.
EliminarLa verdad, de documentación... Solo miré en la zona náutica donde transcurre (algún lugar entre la costa africana, la antartida, Australia e Indonesia) alguna isla que existiera. Encontré las que menciono, perteneciente a las Tierras Australes y Antárticas Francesas, y me basé en esas para poner a un francés a cargo del faro y la cuestión aproximada de las fechas de anexión. Me vino bien, porque molaba darle el nombre a la isla de Hadas en francés. Me gusta como suena.
Todo lo demás, salió solo. XD
Me ha gustado mucho tu relato, RJ. Es cierto que es un estilo un poco denso para lo que, al menos yo, se suele esperar de un relato corto, pero está tan bien trabajado y tan cuidado que no lo penaliza en absoluto. Genial el foreshadowing del canibalismo del farero, y, sobre todo, genial la referencia de tu cuento. Creo que es, de los que he leído este enero, el que más presente la tiene (incluido el mío!) Podría decirse que este relato es incluso un retelling del clásico, con un giro de tuerca marítimo. Muy, pero que muy bien llevado. De mis favoritos, sin duda.
ResponderEliminarForeshadowing... He tenido que buscarlo, jajaja. O sea, gracias por enseñarme un término literario que no conocía. Así es como se amplían conocimientos, que me faltan muchos, muchísimos.
EliminarOtra cosa es que lo consiga, pero voy a tratar de (aunque quisiera evitar irme al retelling) empotrar bastante los cuentos. Me alegra que hayas degustado las referencias al mismo en este.
Gracias, por comentar y por hacer que aprenda cosas.
¡Hola!
ResponderEliminarHe de decir que me ha gustado mucho el relato. En especial toda la terminología náutica y marinera. Teniendo en cuenta que mi vida ha estado estrechamente ligada al mar por mi familia, siempre es bonito ver el vocabulario usado con mimo y corrección.
Victoria me ha gustado mucho. Eso de luchar contra los estándares establecidos en la sociedad de su época le da muchos puntos a mis ojos.
¡Me ha flipado la referencia al cuento! En un principio creía que se trataría sólo del nombre del barco y que el tema de la isla era algo más tipo los cuentos clásicos de los mundos ocultos, si comes algo en la tierra de las hadas, estás condenado a quedarte ahí. Sin embargo, has logrado sorprenderme mucho con el farero.
¡Nos leemos!
Ah, vaya. Viniendo ese aprecio por el lenguaje empleado de alguien con relación marítima vía familiar, me agrada y enorgullece no haberla cagado. Aunque tengo título de patrón, tampoco penséis en capitán de marina mercante u oficial de la Armada. No nos vengamos arriba, jajaja. Pero sí que he tenido mis aventurillas náuticas y vivo en un entorno bastante relacionado con el mar. (Si habéis visto la peli Cateto a Babor, ya habéis visto bastante de mi entorno XD).
EliminarComo.digo, trataré de imbricar micho de cada cuento en cada relato, y veo que parece que has conseguido disfrutar de todos los detallito. Eso me alegra un montón.
Gracias por comentarlo.
Muy buen puesto Hansel y Gretel con el tema náutico, la verdad, ha quedado con un aire muy clásico y además se nota que debes saber del tema navegación y marinería xD porque el vocabulario te lo tienes bien sabido jajaja. El faro, el tema canibalismo, que metas fragmentos de bitácora, la relación entre hermanos... Ha quedado todo muy bien enlazado y mira, reconozco que se me ha hecho algo denso porque el tema de escribir en plan clásico no me convence mucho (Porque no me gustan los clásicos más que nada XD) Pero aún así lo bueno hay que reconocerlo y este relato es top, enhorabuena por ese buen comienzo :3
ResponderEliminar¡Ah! Y un detallito, no se si porque ya me esperaba el mal rollo o algo pero supongo que también por el tema náutico y porque por alguna razón me ha transmitido bastante frío, me ha recordado a una serie llamada el Terror, que va sobre un viaje real que se hizo en expedición al Artico. Dato random XD
.KATTY.
Ya, ya. Mi estilo clásico, jajaja. Como el año pasado. Es otro paralelismo más entre el enero19 con este. Me comentaste eso mismo jajaja. Lo sé. Pero es lo que me pedía.
EliminarEs curioso lo de El Terror (T1). Conocía esa historia, la expedición para encontrar el paso del Noroeste desde hacía mucho y, cuando vi anunciada la serie, puse muchas expectativas en ella porque combinaba con elementos de terror y mitos. Pero ¿sabes? No logré acabarla. Me aburría muchísimo. La deje por el capítulo 5 o así. No sé, es que no pasaba nada. Nada que no supiera respecto a los hechos históricos que ya conocía, y el tema "sobrenatural" se desarrollaba lentísimo. Esta historia no tiene mucho que ver (la de mi relato, digo), de hecho está casi en las antípodas geográficas, pero no lo suficientemente al Sur como para que haya tanto frío.
Si tiene más que ver con lo que comentas mi relato de octubre19; Anoriinnaq. Si no lo leíste, pasate. Ese si puede dar frío XD.
Random,
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el esfuerzo que has puesto en crear un escenario oscuro y decimonónico junto con el lenguaje. Muy auténtico, y se me ha hecho una delicia de leer. El mar es un horrible desconocido que cultiva la locura.
¿Has jugado nunca a Sunless Sea? Es un videojuego narrativo que trata de sobrevivir como capitán de un barco de vapor en un mar muy... lovecraftiano. Como en tu relato, cada puerto trae sorpresas impredecibles. Quizá te gustaría, si no lo conoces.
Juegos aparte, has clavado la referencia al cuento como una aguja, profundo pero elegantemente. Espero leer más como este.
Te seguiré leyendo durante el año, sin duda.
Salva
¡Guau! Clavar la referencia como una aguja, profundo pero elegantemente. ¡Me ha encantado eso! ¡Gracias!
EliminarParece que has disfrutado el relato ¡yuhu!
La verdad es que no soy muy de juegos, aunque lo que cuentas sobre ese suena muy atractivo. Sobre todo el tema Lovecraftiano, que me encanta. Me informaré sobre él. Gracias por todo.
Una lectura agradable, a pesar de los truculentos sucesos.
ResponderEliminarUn cuento sencillo, limpio y clásico, con su planteamiento, nudo y desenlace. Un cuento para leer a los peques más inquietos antes de dormir o para una reunión nocturna junto a una hoguera.
¡Enhorabuena!
¡Gracias!
EliminarNo lo había pensado, pero sí, encajaría en un campamento alrededor de la hoguera. Todo cuestión de tonos de voces e interpretación.